El cáncer es una enfermedad que se presenta cuando los cambios que se producen en un grupo de células normales del organismo quieren constituirse una vida propia e independiente del resto de las células corporales.
Si la enfermedad no se trata a tiempo, los tumores pueden crecer y esparcirse a otras partes del organismo a través de la corriente sanguínea y del sistema linfático.
El internista egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), doctor Félix Antonio Arriojas Quijada, destaca que el cáncer en sus características tiene respiración anaeróbica (sin oxígeno), acumula glucógeno para sobrevivir a la radioterapia, quimioterapia o a cualquier otra agresión y mientras más glucógeno tiene es más agresivo.
Arriojas tiene más de 30 años estudiando una sustancia a la cual la identifica como “Raquelosa”, caracterizada por la capacidad de impedir el desarrollo del glucógeno dentro de las células tumorales o infectadas por virus.
En su investigación descubrió que la sustancia tiene la capacidad de estimular la muerte de la levadura ((Saccharomyces cerevisia) y el consumo del glucógeno dentro de la cédula enferma.
“La Raquelosa estimula la división celular, no permite la formación de las macromoléculas y lleva a la muerta a la célula”, asegura el galeno.
Explica que la sustancia tiene la capacidad de confundir a las células enfermas con la glucosa normal. Estas células tienen 200 por ciento más apetito por la glucosa que las células normales, es allí donde las células enfermas se confunden y dejan pasar a la “Raquelosa” como si fuera glucosa y ella produce una serie de bloqueos en el anabolismo y metabolismo celular que conlleva la destrucción de ellas mismas.
En su investigación descubrió que las células de la levadura pasan de gran positiva a gran negativa, ya que destruyen los glucanos que forman la pared externa de la levadura y por la respuesta contundentemente positiva que tienen los pacientes enfermos de virus, por ejemplo Covid-19, y llegó a la hipótesis de que la actividad de la vía de formación de los glucanos (vía de las hexocinasas) se encuentra también comprometidas.
¿Cómo encontró las bondades de la Raquelosa?
El internista descubrió la planta por medio de un paciente con lesiones tumorales benignas en el dorso, producida por la planta, desde entonces sintió curiosidad y fue hasta el lugar donde la podía encontrar, cerca de las riberas de la represa Turimiquire (estado Sucre) de allí extrajo varias ramas, las preparó y empezó a tratar a los pacientes. Su primer caso fue un paciente con úlcera necrótica de las mamas y vio los resultados satisfactorios.
En el año 2000, recuperó a otros pacientes y acudió a la Universidad Simón Bolívar (USB), donde expuso todos los casos clínicos, los pacientes con cáncer terminales, quienes fueron recuperados.
En el 2020, durante la pandemia, atendió a pacientes de la tercera edad con Covid y patologías asociadas, quienes tenían de dos a tres semanas de evolución y luego de recibir el tratamiento fueron recuperados.
A la planta también la ha utilizado en pacientes que reciben tratamiento de quimioterapia, logrando excelentes resultados en cáncer de mama muy avanzados, los cuales han respondido con una sola sesión de quimio.
Alternativa para la medicina
Para el doctor, al ingresar la Raquelosa como fármaco significaría un gran avance para el tratamiento de aquellas patologías de índole viral, que hacen posible que las células normales aumenten su metabolismo de glucosa para la formación de virus.
Además, vendría una nueva clasificación de los tumores, donde se consideraría a aquellos que tienen alta concentración media, alta y pobre de glucógeno, lo que permitiría el uso de este recurso con más eficiencia.
Se disminuiría drásticamente la cantidad de pacientes incurables, ya que la Raquelosa podría actuar continuamente sobre las células tumorales, no está apegada al ciclo del crecimiento celular sino al metabolismo de la célula, y a su vez, permitiría una diminución en el uso y en la dosis de la quimioterapia y radioterapia.
Con información de Fundacite Anzoátegui / Periodista: Lilibeth Rincón.
/*! elementor – v3.18.0 – 08-12-2023 */
.elementor-widget-image-carousel .swiper,.elementor-widget-image-carousel .swiper-container{position:static}.elementor-widget-image-carousel .swiper-container .swiper-slide figure,.elementor-widget-image-carousel .swiper .swiper-slide figure{line-height:inherit}.elementor-widget-image-carousel .swiper-slide{text-align:center}.elementor-image-carousel-wrapper:not(.swiper-container-initialized):not(.swiper-initialized) .swiper-slide{max-width:calc(100% / var(–e-image-carousel-slides-to-show, 3))}